Hace más de 140 años,
el joven maestro cervecero August Kuentzmann Damm emigró desde Alsacia con su esposa Melanie huyendo de la guerra franco-prusiana. El viaje les llevó hasta la costa mediterránea, donde se instalaron para cumplir su sueño:
hacer cerveza.
Nota de cata
Dorada con tonalidades ambarinas y algunos reflejos verdosos. Es limpia, brillante. Su espuma, de color crudo y de larga presencia. Las burbujas, de recorrido rápido, son finas y abundantes. Su nariz de especies frescas es envolvente. Las notas de torrefacto dan personalidad a la percepción final. La boca es suave pues su carbónico está integrado y lleva el paladar de densas notas a cereales tostados. La viveza de la acidez la hace inminentemente fresca. El amargor al final de boca, le da un largo post-gusto.
Servicio
Es recomendable tomar esta cerveza en una copa ligeramente cerrada por la parte superior para poder degustarla en todo su esplendor. La temperatura ideal para disfrutarla, de 4 a 6 grados.